Didáctica de la Alegría

Si la Tristeza es ya tu inquilina morosa,
échala de tu casa, pero sin altivez.
Le dirás que se lleve su catre y su baúl,
que se ponga su gorro de astracán o de lluvia
y que se vaya, en fin, a pisar hojas muertas
o a tocar los llorosos violones del hastío.


                                                                       Leopoldo Marechal




Cuestión de prioridades...

               Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes en una de sus conferencias.
          Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó: 
          - ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?.
          Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que lo llenó. Luego preguntó:
          - ¿Está lleno? 
          Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que debajan las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió:
          - ¿Está lleno? 
          Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez no. ¡Bien!. Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. 
          - ¿Está lleno? preguntó de nuevo.
          ¡No!, exclamaron los asistentes. Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba. 
          - Bueno, ¿qué hemos demostrado?, preguntó.
          Alguien respondió: Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas. 
          - ¡No! concluyó el experto: lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuales son las grandes piedras en tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada?.
          Recuerda: ponlas primero. El resto encontrará su lugar. 
(Adaptación. 
Autor desconocido)


Falta de ideas...



'En las fases más avanzadas del cretinismo,
la falta de ideas se compensa
con el exceso de ideologías'
Carlos Ruiz Zafón



Responsabilidades


El hombre nace libre, responsable y sin excusas. 
(Jean Paul Sartre)            

        Desde siempre el mal ha tenido un olor inconfundible. Cada vez que causamos dolor a otra persona deliberadamente, sabemos lo que estamos haciendo. Sin embargo, los tiempos modernos están difuminando esta clara distinción que desde siempre ha venido haciendo la humanidad de lo que es el bien y el mal. Son conceptos ya desgastados… pues el mundo moderno se ha encargado de hacer de ellos cuestiones baladíes.
          Estos términos han sido abolidos por la idea de que las circunstancias son siempre las responsables de las decisiones humanas, de las acciones humanas y, sobre todo, del sufrimiento humano. Ahora la culpa es de la sociedad, de los políticos, de la globalización… ¿y dónde cabemos cada uno de nosotros en todo esto?
           Nos hemos desprendido tanto de nuestro deber de responsabilidad que hoy en día nos compadecemos a nosotros mismos diciendo que somos meros productos de nuestras culturas étnicas o que no somos más que marionetas de nuestros propios subconscientes.

            En realidad puede incluso que estas ideas no estén tan mal… cierto es que vivir así es cuanto menos, cómodo; pues no tenemos ni siquiera que molestarnos en formarnos una opinión sobre lo que nos rodean, de eso ya se encargan por nosotros. Sólo hace falta poner la televisión y dejarse llevar.

            Pero como dijo Sartre 'el hombre nace libre, responsable y sin excusas' por lo que no deberíamos refugiarnos cobardemente en este pluralismo acrítico, dejando perder lo que debería ser nuestro punto central: la aceptación de la responsabilidad individual y la capacidad de imaginar ‘al otro’ como imperativo moral.