Serás amado...

Serás amado el día en que puedas mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza. 
C. Pavese

Sentir la quietud...

        Sentir la quietud, no por la tranquilidad que pudieras albergar (si es que, de una u otra forma, la hubiera), sino por el ruido de la gente que pasa mientras tú aún sigues tirada sobre la cama…
        Casi tres horas con el mismo CD de fondo; rodeada de lo de siempre: unos pocos folios, esta vez en blanco; un libro que no dice nada y un post-it mal escrito. 
        Las piernas ya entumecidas no te responden (¿o es que ni siquiera tienes fuerzas para decirles que se pongan en pie?) y la cabeza aún ahogada en el espejismo de una ilusión. 
           Al fin y al cabo sólo era eso…

        Y te encuentras ante la imposibilidad de la nada… sin mejor idea que quedarte ahí durante horas…




Contradicciones

        Un maya antiguo hubiera afirmado rotundamente que lo que vemos depende de lo invisible, y que un estado de perfección es un estado de equilibrada contradicción, de síntesis de lo opuestos, de tensión que acaba por resolverse en una calma expectante, ni neutral ni dormida.




Saltando muros


        En algún momento hay que decidirse. Los muros no mantienen a los demás fuera sino a ti dentro. La vida es un caos; somos así. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltándolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos y lo único que sé es que si finalmente te aventuras a cruzar... las vistas al otro lado son fantásticas.
(Anatomía de Grey)

Focalizando

        En cierta ocasión invitaron a Ghandi a una manifestación contra la guerra. Él se negó a ir y dijo: 'organizar una manifestación a favor de la paz e iré encantado'.
  
  
        Solemos focalizar nuestros esfuerzos contra aquello que no queremos, que tememos o nos asusta, mientras que lo correcto sería dirigirnos y poner todas nuestras energías en luchar a favor de lo que verdaderamente deseamos.
    
       Ya lo dijo Dan Brown 'El hombre llega mucho más lejos para evitar lo que teme que para alcanzar lo que desea'.
          

Didáctica de la Alegría

Si están o no habitados Marte, Venus y Júpiter, 
es una duda torpe que no has de mantener. 
Este globo terráqueo (planeta nada ilustre) 
se vanagloria, empero, de muchos habitantes: 
¿por qué no los tendrían, Elbiamor, los demás? 
¿Qué les falta una atmósfera de oxígeno? 
Respirarán fotones o electrones. 
¿Qué no tienen ganados ni trigales? 
Almorzarán sus cobres y amatistas. 
Sus almas racionales bien podrían tener 
un soporte de cuarzo, sin violentar la lógica. 
¿Por qué han de ser iguales a nosotros? 
La posibilidad es infinita, 
y el Divino Alfarero no se repite nunca.

Leopoldo Marechal