A veces la vida se ríe de ti ¿no te has dado cuenta?
Hay días que te sientes como a disgusto,
molesta... como cuando se te olvida cortar la etiqueta de esa camiseta que
estrenas. Es un no sé qué que te dice que algo no está dónde o cómo
debería.
La vida se ríe de todo y de todos. Y
¡joder! lo hace bastante a menudo. Cuando quieres estabilidad, llegan
cambios; cuando sueñas con proyectos, vienen monotonías; cuando algo te gusta,
se acaba... ¿te suena? Y al igual que con esa etiqueta que se te
olvidó cortar, tienes dos opciones: o te rascas (sin que eso evite que te siga
molestando) o le pegas un bocado y la arrancas de cuajo.
Esta semana, en una de esas carcajadas que
el mundo se pega a mi costa he descubierto algo genial: la vida se ríe de ti sólo para que no la tomes tan en serio.
Ni se acabará el mundo si no terminas la
tarea pendiente para hoy, ni la tierra se abrirá si dejas de cumplir tantas
expectativas y exigencias.
Tengo claro que las cartas de hoy no van a
definir la partida de mi vida, así que mejor disfrutar y jugar sin ases en
la manga.
Quédate. O vete. Da igual... Siempre
podrás volver o partir de nuevo.
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