Y de nuevo...

Cuántas veces vuelven a nosotros sentimientos que ya creíamos superados.

Cuando menos lo esperas vienen a tu encuentro pensamientos ya olvidados capaces de despertar en uno mismo aquello que ya dábamos por olvidado.

De pronto, una pregunta empieza a rondar tu mente o una emoción aletargada por el tiempo vuelve a renacer… y ya no hay vuelta atrás. Es ahí cuando sale sin fuerzas de nuestra boca un ¡Dios mío! Y se aproxima la duda llenando la cabeza de porqués sin respuesta.

Es como un salto al pasado. Dicen que un retroceso… aunque quizá necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario