Ruido

"Los habitantes de las cataratas del Niágara están tan acostumbrados al ruido que ya no se enteran"
Joan Fuster

       Hoy tienes lo que siempre soñaste y ahora no lo aprecias:
- Siempre quisiste ser universitaria... y ahora te quejas.
- Siempre quisiste ese trabajo... y ahora te aburre.
- Siempre quisiste a esa persona... y ahora no la valoras.

       ¿Eres consciente de todo lo que haces y de todo lo que pasa por tu lado cada día?
      Vivimos esperando como agua de mayo algún hecho extraordinario (fuera de lo ordinario, no maravilloso) que nos dé de qué hablar, que nos saque de la niebla por la que andamos a diario... mientras se nos escapa la vida.

       Vivimos como aquellos habitantes cercanos a las cataratas del Niágara, tan acostumbrados al ruido de los días, que no nos damos cuenta de lo que tenemos entre manos.

       ¿Hace cuánto no te levantas pensado en todo lo que te queda por disfrutar durante el día?
       Sí, disfrutar. Del desayuno que compartes con la familia, del trabajo, de los compañeros, del encuentro inesperado, de la cerveza con los amigos, de la sonrisa del niño pequeño que se te cruzó en la calle... Disfrutar, sin más, de todo.

       Aunque los demás no lo entiendan: disfruta y sonríe porque las pequeñas alegrías, por muy pequeñas que sean, ni se alquilan ni se venden.


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