La búsqueda, cuando se hace, es compleja

Si hay búsqueda es porque hay necesidad y si hay necesidad es porque hay algo que falta. Si algo falta debe ser encontrado para así poder cerrar el círculo de la búsqueda.

Es difícil encontrarse en el camino de la búsqueda. Es éste un camino de inestabilidad, de dudas y de temores, de soledad y de obstáculos.

Un camino que debes recorrer solo, pues sólo tú puedes encontrar aquello que te hace falta. Un camino que se complica cuando te das cuenta de que no sabes muy bien qué es lo que buscas y sientes que vas a oscuras por una senda que no conoces, sin entender, en muchas ocasiones, cuál es el motivo y el por qué de tu caminar.

Es triste cuando descubres que lo que te hace seguir adelante no es la recompensa de hallar lo que buscas, sino el miedo de quedarte vacío, de quedarte con esa falta y esa necesidad de no sabes muy bien qué.

Tener el sentimiento de estar, continuamente, dando vueltas sobre uno mismo sin llegar a ningún lado, sabiendo que los demás no te comprenderían aunque les explicases de mil maneras lo que sientes. Preguntarte una y otra vez cómo puedes ponerle palabras a aquello que presientes que es ciertamente más grande que todo.

Es como buscar algo (o alguien) que aún no ha sido inventado.

Pero nadie dijo que esto iba a ser fácil. Todos tenemos el derecho de encontrar nuestra felicidad al igual que tenemos el deber de buscarla.

Cada uno debe luchar por hallar su destino, su sitio, su verdad… pues es ahí donde reside realmente su fortuna.

Y una vez encontrado sólo queda tener el suficiente valor para afrontarlo.

¡Ánimo!

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